Proyecciones recientes del dfndr lab, un laboratorio especializado en seguridad digital de PSafe, muestran que más de 5 millones de brasileños se vieron afectados por una estafa de clonación de WhatsApp el año pasado.
La aplicación de mensajería resulta atractiva para los ciberdelincuentes ya que es una de las más utilizadas en el mundo, convirtiéndose así en un entorno fértil para esta y otras estafas. En el ranking de los estados brasileños más afectados por el golpe se encuentran São Paulo, en primer lugar, con 71.900 víctimas, seguido de Río de Janeiro con 39.500 y en tercer lugar Minas Gerais, con 28.700.
Emilio Simoni, director del laboratorio dfndr, explica que esta estafa comienza incluso antes de que el ciberdelincuente tome posesión del WhatsApp de la víctima: “Es común que, ahora que la estafa se ha vuelto tan popular, los ciberdelincuentes busquen formas cada vez más creativas de atraer nuevas víctimas. Hemos identificado varios perfiles falsos en las redes sociales, muchos incluso haciéndose pasar por empresas, en un intento de ganarnos la confianza de la gente. Es a través de un primer contacto con la posible víctima, que el estafador utiliza la ingeniería social para convencerlo de que pase su código PIN, con el que puede acceder indebidamente a un WhatsApp ”.
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En la estrategia de crear perfiles falsos, los estafadores simulan el aspecto y el lenguaje de las marcas originales. “Es normal que los delincuentes se contacten a través de chats en las redes sociales, haciéndose pasar por el apoyo de las empresas o inventando promociones e investigaciones falsas, todo con el fin de obtener la información necesaria para aplicar la estafa. Por ello, es fundamental estar muy atento siempre que un perfil, que supuestamente pertenece a una marca, te contacte en las redes sociales. Evite dar su número de teléfono celular o cualquier código que reciba en tales enfoques ”, recomienda el director.
Daño a víctimas y sus contactos
Una vez que los ciberdelincuentes tienen acceso al WhatsApp de la víctima, estudian los mensajes para comprender el comportamiento del usuario y cómo comunicarse. Luego de eso, los estafadores inician conversaciones con los contactos haciéndose pasar por el dueño de la cuenta, y una vez más, utilizando la ingeniería social, intentan convencerlos para que brinden favores financieros, que generalmente son solicitudes de préstamos y / o pago de facturas.
“Sin embargo, pedir favores no es el único riesgo de este golpe. Al tener acceso a la cuenta de la víctima, el estafador podrá leer todo lo que compartió o le fue enviado, ya sean datos personales, información confidencial de la empresa para la que trabaja, fotos y documentos. Poner sus manos en este tipo de contenido puede abrir una gama de opciones para que los ciberdelincuentes chantajeen y apliquen otras estafas a los datos de la víctima ”, explica Simoni.
Fuente: https://www.cisoadvisor.com.br/golpe-com-whatsapp-afeta-mais-de-5-milhoes-de-brasileiros-em-2020/?rand=59052
